sábado, 9 de octubre de 2010

La cruz de las Culebras y Hombre de Piedra

La cruz de las Culebras
 


Una cruz y una lápida empotradas en la fachada de la Iglesia del Salvador 
 
la Cruz conocida por la Cruz de la Culebras por el antiguo nombre de la calle . Esta Cruz pertenecia al cementerio parroquial del Salvador y estuvo situada en medio de la plaza del mismo nombre, siendo ordenada  retirar a mediados del siglo XVIII por el asistente Olavide , como tantas cruces que estorbaban, según las autoridades el paso de peatones , carruajes y caballerias,  en Sevilla que pasaron a empotrarse en las fachadas de calles e iglesias donde se encuentran en la actualidad .


Lápida con las órdenes del Rey don Juan
 
La leyenda que figura en una lápida escrita en caracteres antiguos en la Plaza del Salvador, esquina a calle Villegas junto a una cruz de gran tamaño, la Cruz de Polaineros. En la leyenda, en el siglo XV el rey don Juan II dicta que toda persona se arrodille al paso del Santísimo Sacramento aunque estuviese en el barro, al igual que si fuera moro mayor de catorce años. Como castigo perderían la cablagadura o las vestiduras.

 Hombre de Piedra
 
Corría el siglo XV. Estaba Mateo el Rubio bebiendo con sus compadres en una taberna sevillana de la calle del Buen Rostro. Entre carcajadas y órdagos se detuvo ante la puerta el Santísimo Sacramento, ante el que era obligatorio arrodillarse por orden del rey Don Juan II, esta norma puede leerse todavía, bajo la cruz de los Polaineros, en el exterior de la Iglesia del Salvador (en la calle Villegas). Todos lo hicieron con reverencia, salvo Mateo, que insultó y blasfemó al Santísimo Sacramento, y se mofó de los parroquianos y del sacerdote diciendo que eso era cosa de beatas. Un rayo divino cayó entonces sobre él, el cual le hundió en la tierra las rodillas que no quiso doblar, convirtiendo su cuerpo en piedra.


 


Su torso se puede contemplar todavía en la calle que lleva el nombre del prodigio y el castigo: Hombre de piedra
Actualmente la verdadera interpretación es que existía una estatua romana, que los árabes mantuvieron señalando unos baños públicos y que ha resistido hasta nuestros días.
Aun no entiendo que hace hay, quizás para algunos no tenga mucho valor y es por lo que no la llevan algún lugar adecuado como un museo
¡¡No os parece!!

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